Los días se suceden, así, te das cuenta que crees que es martes y ya es jueves y el año no está claro. La vida vuelca sin rumbo. Me detengo a pensarme. No sé quién soy, sé quizá quién quería ser. Y ahora que dejo la juventud...ahora que las hojas dan sombra en mis manos, quiero dejarme iluminar por este cielo. El de ahora mismo. Y respirarme. Y aceptarme. Y parar de una vez. Ya. Ahora. Con todo. Y ser feliz.
Es una danza.