Día encendido, ventanas se abren para recibirte,
de toda una vida dedicada a encontrar
un lazo amarillo se te ha puesto en la garganta.
Escribes como besas.
Acaricias como oyes.

Qué se puede regalar a quien todo lo tiene?

Te miro y tú absorto me dibujas una película de puentes,
te nombro y te paras a mi lado a morder mi mejilla.
Eres rueda desvanecida que se detuvo en mis manos.
Y aunque no puedas creerlo
aunque no puedas contarlo
disuelves la herrumbre con tu risa.

Ya habrá tiempo de regalos,
de espejos rotos.

Déjame fundirme en tu universo.

Subida a un tren sumo y sigo,
no puedo evitar el recuerdo...
Jardines prometidos asomaron a mis plantas
sentirme bella y mala,
rosa impresa
confesión de confesiones.
Decidí pintarme el pelo y festejar,
luego llegó el aire irrespirable.

Tus regalos deberían de llegar.
He encargado una estrella, una iglú y un elefante.
No pudieron evitar venir cargados de pensamientos,
no pudieron evitar el recuerdo.
Con una confesión naciste en mí.

Qué es lo mejor que se le puede desear a una persona?

Día encendido.
Me dibujas una película de puentes.
Absorto.
Muerdes mi mejilla.
Disuelves la herrumbre con tu risa.
Ya habrá tiempo de regalos.
Luego llegó el aire irrespirable.
Sentirme bella y mala.
Una rosa impresa.

Versos susurrados entraron por mis piernas, intenté cerrar los ojos pero la sorpresa los hacía más grandes cada vez. Te debates entre rayo y ternura. Nacido de una confesión.
Hoy me alcanzas.