Hoy, ahora, no hay metáfora.
Estoy muy triste.
No puedo disfrazarme de nada.
Ayer en un sueño, un hombre -que no se quién era- me dijo que le gustaba el olor de las bailarinas. Yo trate de explicarle que yo había sido una, pero no hubo caso... las quería último modelo.
Me miento, me hago y hago lo que no quiero, lo que no soy, me distraigo y soy otra que espera poder ser ella que espera ser vista.
La vista no llega, voy a enceguecer. Hoy cierro los ojos a todo lo que no me vea.
Ciegos abstenerse.