Me he construido un rincón tibio donde hacer mi nido, donde pensar en ti; huir del frío. Es muy extraña la sensación de esta luz antigua que me moja. Me produce una familiar angustia. El tiempo detenido y viejo, la música suave, un agujero en el espacio. Una nueva oportunidad. Quiero que sea diferente esta vez, sentirme y no correr, permitir que la vida me atraviese y no romperla con esfuerzo. No quiero que me hablen. Quiero estar quieta, aquí, como si los años no hubieran pasado. En este lugar de inquietud he llorado muchas veces. Suena un tango. El cielo blanco y los esqueletos de los árboles saben de lo que hablo y el té, que ya se ha enfriado le susurra a mis hombros. Todo está aquí y yo soy el todo. Conservar esta serenidad... En un rato tendré que abrigarme y salir al mundo decirle que me deje en paz.
Hoy es un gran día.(y tus bonitos ojos, acompañándome)