15.3.07

No me importa que untes la mantequilla en otro sentido.

No me importa que duermas mucho.

He tenido tanta fortaleza para no quererte, como la que tengo para amarte.

Quedan tus ojos temblándome.

Sueño que te giras y me iluminas con tu mirada.

Soy un balbuceo sin aliento.

He comprado un jarrón inútil, mientras se secan mis flores.

Nado en las profundidades de lo que siento, sintiendo, lo que siento por ti.

No tengo salida, no quiero salida.

No soy presente, soy de todo menos ahora. Soy antes, soy allí, soy incapaz aquí.

Soy rueca chueca.

Este es mi libro de paranoias, mi libre de paranoias; y me encuentro en Edith Schiele sentada, me reconozco en la espera de Lucien Freud con rosas, soy la espera de ojos enormes, de calma impasible, soy ojos llenos de agua, tormenta, ahuyento de aullidos, soy los deseos del mundo, me disuelvo en los ojos y por los ojos, caigo sin prisa por la cornisa de mi duelo.
Soy, estoy, duelo, espero.

Ya no quiero despertar de este sueño azul.


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