19.12.04

Querido Pasado: sabes, en estos días he pensado mucho en ti, tal vez sea que es diciembre con sus balances y esas cosas. No sé muy bién para qué te escribo, supongo que me importa saber que aunque no te mire con frecuencia, estás bién. Sé que juntos hemos cometido errores, algunos de ellos hoy me causan gracia, otros no tanto y solo uno me produce arrepentimiento. No porque quisiera que las cosas fueran distintas, sino porque tal vez hubieramos sufrido bastante menos si yo hubiera sido un poco más lista. Pero ya sabes lo que dice el dicho, lo hecho, hecho está. Creo que esto es un acto egoista, en definitiva estoy buscando mi perdón. Quisiera no tener la oportunidad de corroborar que he aprendido, pero me gustaría creerlo con firmeza. Que me acompañe la fe de que lo sucedido fue para dar lugar a que la magia se manifieste con mayor fuerza y que todavía hay sorpresas gratas en mi camino.
Hoy pasé gran parte de la tarde mirando fotos, como ves sigo sin conseguir mejorar mis domingos, y lo que más me asustó fue ver como mis ojos se fueron apagando en estos últimos años, el proceso fue lento, pero basta con hacer un salto fotográfico inesperado para entender por dónde entra la amargura.
Tu y yo sabemos que lo he intentado con fuerza. Ojalá esa mano que está más allá de ti, de mí, de todos, si existiera; fuera capaz de apreciarlo y regalarme el deseo de ser lo deseado por mi deseo.
Seguramente quieras descansar y yo te estoy incordiando con mis tonterías, así que te dejo en paz. Sólo una última cosa, a pesar de todo debes estar seguro que siempre seré consecuente contigo, no es mucho, pero es al menos reconocer que no te equivocaste en tu camino y que estoy orgullosa de ti.
Te abrazo todo lo fuerte que me dan los brazos.
Yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario