Fiebre, tos, ojos muy pequeños, articulaciones negándose a responder (en tanto gimen).
Tendida como La Dama de las Camelias, toso con mi pañuelo de seda en la mano izquierda, entornando mis pesadas pestañas, moviéndome apenas y con dificultad. Adios mundo cruel, he de morir, pero lo haré enamorada!
Si tan solo pudiera dejar el tabaco...
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