15.6.04

En un tramo de la vigilia me senté.
Imagino que mi espalda soporta y cierro los ojos, un fluido tibio empieza a correr por mi cuerpo, es un anuncio, dulce, es el despertar del mundo, es la idea de lo posible; es también el miedo y la zozobra. La espectación y el nervio. El deseo y la angustia, la alegría de la melancolía y la sensación de la lágrima que todo lo nubla. Si me dejo lloraré, y como no dejarme si soy yo, como hacer para que el llanto no me arrastre hacia la luna. Como puedo crecer y no doler. Tengo la fe restaurada. Y rota, rota voy...con el alma desmayada.

En un tramo del sueño me senté.
Abrí los ojos y allí estabas, con tu integridad, con tus manos y todo tu peligro. Otro cuerpo florece y soy nido. Me desintegro y te contengo. Y te conviertes en playa y eres atardecer y eres tibio y soy hombro y me conmueves y me pierdo para reaparecer en sal.

Piano de cola, copa de vino, perfume infinito, todo lo das y todo lo llevas.

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