7.7.04

Hoy voy a hablar de bebés. Sí, porque quién dijo que no puedo hacerlo, voy a contar sobre el instinto, lo magnético, los ojitos, los bracitos y los pies redondos y blancos que me persiguen durante la comida, el té, las cenas multitudinarias. Un niño pasa y me mira, lo hace a propósito, me mira y se burla, me mira y riendo piensa, ja, que no soy tuyo, a que soy bonito, verdad que si? Pero tu no puedes cogerme, ni calmarme y eso te jode. Te crees muy lista habiendo elegido, pero mira como te cuelgan los brazos inútiles al costado del cuerpo, crees que tu estómago no va a ceder de todos modos? Pues siento decirte que nada puede desandar lo inevitable. Ahora acuéstate, duerme y sueña con la felicidad que no me encuentra, cuando te pongas tan ácida que ya nadie quiera sorberte tal vez dejes de ser tan puta terca y reconozcas que tu vida no es la que quieres.

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