8.7.04

Me arden los ojos y pienso en tu cansancio.
Me duele el cuello y pienso en tu generosidad.
Generosidad cansada, apretada, perfumada.
La tranquilidad eufórica con que te comparto.
Ese instinto con que te entrego...
y la alegría con que aplaudo tus gracias.
Cómplices del horror mezclado con pato francés.

Alzo mi mirada solo por disfrutarte y me regalas una sonrisa que convierte a mi corazón en una pelota de malabar.
Llena de colores.

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